
Desde su misma creación los grupos de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales LGBT- se han visto en la necesidad de exigir igualdad, respeto y libertad, esta situación cada vez es más compleja: la sociedad los estigmatiza, el Estado parece olvidarles y el conflicto armado se ha convertido para estos en una amenaza latente.
Una de las prácticas recurrentes por parte de los grupos paramilitares contra los LGBT son las llamadas “violaciones correctivas” como lo explica Pedro Julio Pardo, director de la fundación Santamaría con sede en Cali. “Hemos reportado amenazas contra compañeras lesbianas que se les ha sometido a las violaciones correctivas, son sometidas a la practica sexual a la fuerza, para que aprendan a ser mujeres heterosexuales”.

El
director de la Fundación Santa María señala que en territorios con presencia de
las FARC, es común el reclutamiento de personas LGBT que son explotadas laboral
y sexualmente. “Se han reportado casos de compañeras que han sido objeto de
esclavitud, y sobre todo, que son utilizadas en oficios de cocina para los
miembro de este grupo guerrillero”.
Para
Marcela Sánchez, directora de la ONG Colombia Diversa, en nuestro país se
volvieron muy frecuentes los panfletos amenazantes en contra de los LGBT como
parte de las estrategias de la “limpieza social” y del desplazamiento, “Hemos
encontrado en muchas ciudades del país amenazas con panfletos amenazantes por
parte de bandas criminales para que se desplacen del lugar o definitivamente
les dan una amenaza de muerte”, afirma Sánchez.

La
extorsión es otra de las formas de agresión e intimidación contra los LGBT,
Wilson Castañeda Castro, director de la organización Caribe Afirmativo, dice
que esto también se presenta al interior de la Policía, “Tenemos el caso de una
mujer policía que es lesbiana, un día de descanso estaba en la playa con su
compañera y fue avistada por dos policías en servicio quienes empezaron a
extorsionarlas con la amenaza de que si no les daban un dote económico diario,
ellos las denunciarían con su superior inmediato”, dice Castro.
Yeiler
Tapia, de la Fundación Karisma, señala que los policías no sólo
extorsionan a las mujeres trans, sino también a las personas que demandan sus
servicios sexuales, “Llegan los policías y extorsionan a los clientes
diciéndoles que si no les dan un monto que no sabemos precisar, llamarán a a
sus oficinas, a sus esposas o a sus familiares para decir que ellos andaban con
una travesti”, puntualiza.
Colombia
Diversa asegura que la información que se ha conocido sobre las vulneraciones
de derechos humanos contra la población LGBT, en el marco del conflicto armado,
no ha podido ser verificada ni sistematizada, y tampoco se han hecho esfuerzos
por recoger, analizar y denunciar estos casos.
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Twitter: @yeilertapias
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